Nivel 2 – LECCIÓN 04 – A IMPORTANCIA DE LA IGLESIA DE CRISTO

Por Don Krow

Hoy vamos a hablar de la importancia de la iglesia de Cristo. Me gustaría leer un versículo de Hebreos 10:25. “No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca”. Al considerar la importancia de la iglesia de Cristo, mi pregunta es la siguiente: “¿Qué es la iglesia?”

Yo llevé el Curso Completo de Evangelización para discípulos a una iglesia local en Colorado Springs. Le enseñamos a la gente de la iglesia cómo usarlo, y lo usamos para evangelizar. En un período de seis semanas en las que trabajamos con esa iglesia local, llegamos a establecer veinte estudios Bíblicos afuera de esa iglesia. Durante varios meses, estuvimos trabajando con esas personas en los estudios Bíblicos. Un día, el pastor verdaderamente me confundió cuando dijo: “¿Sabes qué?, la Biblia dice que el Señor añadía a la iglesia a diario a aquellos que iban a ser salvos. ¿Por qué no estamos viendo que las personas de los estudios bíblicos asistan a nuestra iglesia?”

Cuando andábamos evangelizando la gente estaba recibiendo salvación y se les estaba enseñando a ser discípulos y se les estaba ministrando. Pero en realidad lo que el pastor quiso decir fue: “¿Por qué no están viniendo para reunirse en este edificio el domingo por la mañana?” Mi concepto de la iglesia también estaba un tanto equivocado. Lo que el pastor dijo de veras me preocupó, y yo no sabía qué hacer. Pensé: “¿De veras está funcionando el Curso de Evangelización para Discípulos?” “¿De veras estamos impactando las vidas de las personas?” Yo sabía que estábamos influenciando a mucha gente, pero lo que me confundía era lo siguiente: “¿Por qué esas personas no estaban asistiendo al servicio el domingo por la mañana?”

Decidí hacer un estudio de la palabra “iglesia”. Lo que se cubre en esta lección es lo que descubrí. En Romanos 16:3, 1 Corintios 16:19, Colosenses 4:15, Filemón 2, Hechos 5:42, y Hechos 20:20, la Biblia habla principalmente acerca de que la iglesia primitiva del Nuevo Testamento se reunía en la casa de alguna persona. Yo sé que hay muchas clases de iglesias. Hay iglesias-hogar, iglesias con pequeñas y grandes congregaciones, y mega iglesias. Lo que verdaderamente llamó mi atención en las Escrituras fue que al parecer la iglesia del Nuevo Testamento se reunía en pequeñas congregaciones en las casas de las gentes.

El Expository Dictionary of Bible Words de Lawrence O. Richards (p. 164 Traducción libre) dice: “A cualquier persona se le puede justificar por estar un poco confundida acerca del significado de la palabra ‘iglesia’; usamos esa palabra de muchas maneras. Significa un edificio en particular (por ejemplo, la iglesia en la calle 4), también una denominación o un grupo religioso organizado (la Iglesia Reformada en América) [o la iglesia Bautista] y hasta una reunión dominical (por ejemplo, ¿fuiste a la iglesia hoy?). Ninguno de esos usos es particularmente bíblico”. Y yo me puse a pensar: “¿Qué significa esto? ¿Qué significa la palabra ‘iglesia’?” Voy a continuar citando. Dice: “Como muchas personas tienen la idea de que una iglesia es un edificio para servicios religiosos en vez de una congregación absorta en la adoración, la interpretación del término iglesia puede ser engañosa”. La palabra griega de la que se toma “iglesia” es ecclesia y literalmente significa la reunión de un grupo de personas con el propósito de adorar, de orar, de alabar o de contemplar a Dios. Voy a leer otras cosas aquí. También dice: “Ecclesia en el Nuevo Testamento puede comprender a cualquier número de creyentes. El término puede usarse para grupos pequeños que se reúnen en casas (Romanos 16:5). Comprendía a todos los creyentes que vivían en una ciudad grande (Hechos 11:22), o un gran distrito geográfico, como Asia o Galacia”. Continúa diciendo: “Una reunión típica de la iglesia era en una casa. Cuando una congregación como esa se reunía ‘cada uno de ellos [tenía] un himno, una palabra para instruir, una revelación, una lengua, o una interpretación’ (1 Corintios 14:26). Unas personas compartían y otras personas ‘juzgaban cuidadosamente lo que se decía’ (1 Corintios 14:29)… esa manera de compartir continúa siendo algo esencial para la existencia misma de la iglesia como una comunidad de fe… Se esperaba que cada persona contribuyera y sirviera a los demás con sus dones espirituales”.

Hebreos 10:25 dice: “No dejando de congregarnos”. La iglesia es una asamblea de gente que se reúne con el propósito de contemplar a Jesús, de adorar al Señor, de recibir instrucción del Señor, y de cumplir con esa instrucción. El propósito de la iglesia primitiva del Nuevo Testamento era la edificación. Se reunían con el propósito de edificarse unos a otros en la fe.

La iglesia primitiva era una iglesia evangelizadora. La gente andaba por todos lados compartiendo su fe en Jesucristo, y conforme lo hacían el Señor añadía a la iglesia—no a un edificio—la gente de Dios conforme se arrepentían y creían. Después se reunían para motivarse unos a otros, para practicar sus dones espirituales, para servirse unos a otros y para pasar tiempo conviviendo unos con otros compartiendo alimentos. Cuando estaban juntos, practicaban sus dones espirituales para edificarse unos a otros. Luego salían y predicaban la Palabra, y el ciclo se volvía a repetir. Creían en el Señor Jesucristo, y se reunían. No importaba dónde se juntaban. Pudo haber sido en un edificio o en la casa de alguien. Pudo haber sido un gran número de gente, o un número pequeño de personas que se reunían en las casas. En realidad no importaba, con tal de que se reunieran en el nombre del Señor con el propósito de practicar sus dones, motivarse unos a otros, y convivir unos con otros con el objetivo final de la edificación o de ayudarse a madurar unos a otros.

Yo descubrí que lo que estábamos haciendo con el programa de discipulado, por medio de la iglesia local que mencioné al principio, era que al reunirnos en veinte estudios Bíblicos por toda la ciudad, nos estábamos reuniendo en veinte iglesias diferentes. No eran iglesias como las que conocemos hoy, pero nos estábamos reuniendo en el nombre del Señor Jesús para motivarnos unos a otros, y para practicar nuestros dones espirituales.

No importa a cuál iglesia asistes—no importa si eres miembro de una iglesia con denominación o de una iglesia sin denominación, si asistes a una mega iglesia o a un grupo de hogar—las Escrituras nos dicen que conforme ves que aquel día se acerca, y el pecado abunda, la gracia de Dios abunda mucho más. La gracia va a abundar dentro de esas asambleas de la gente de Dios. En la iglesia donde cada creyente tiene una parte en el ministerio de Jesucristo, tú puedes ministrarle a otros, exhortar a otros, y motivar a otros a medida que practiques tu don espiritual con otras personas.

Todos nos beneficiaríamos si nos reuniéramos con un grupo de creyentes de esta manera. Aunque solamente sean dos o tres los que se están reuniendo en el nombre del Señor Jesús, necesitamos reunirnos con regularidad. Es bueno reunirnos para usar nuestros dones espirituales, para exhortarnos unos a otros, para motivarnos unos a otros, para contemplar a Jesús juntos, y para orar unos por otros. Hay muchas más cosas que podríamos decir acerca de la iglesia. Podríamos hablar de los ancianos, de los que supervisan, de los pastores, y del gobierno de la iglesia, pero ése no es el objetivo de nuestra enseñanza hoy. El propósito de nuestra enseñanza es conocer el propósito de la iglesia, y saber que no tenemos que estar aislados como un hombre que está en una isla solo. No podemos sobrevivir de esa manera. Cuando recibimos la salvación, Dios nos puso en el cuerpo de Cristo—el cuerpo universal de creyentes. Nos necesitamos unos a otros y debemos reunirnos como la iglesia de Dios para motivarnos unos a otros y servirnos unos a otros con los dones espirituales que Dios nos ha dado. Te invito: reúnete hoy con la gente de Dios.

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